lunes, 25 de enero de 2010

El espíritu de división

Parte primera: El discernimiento

Dios da a sus hijos el don de discernimiento. Discernir significa básicamente separar una cosa de otra para entender lo que es verdad de lo que no lo es, aunque lo parezca. Dice la Palabra: …el espiritual juzga todas las cosas…nosotros tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2: 15, 16). Discernir en el Espíritu, es siempre una obra de revelación del Espíritu al creyente verdadero.

La sabiduría

No obstante, además del discernimiento en sí, el creyente necesitará ser cada más lleno de sabiduría. La verdadera sabiduría es la puesta en marcha del conocimiento según la voluntad de Dios. Si no se tiene, hay que pedirla. Dice así la Palabra: 5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1: 5). Se nos promete adquirir sabiduría.

En estos tiempos finales hay que discernir más que nunca

Volviendo al tema del discernimiento: ¿Por qué nos es tan necesario discernir?, porque dados los tiempos, cuando más nos acercamos al final de esta dispensación, el enemigo trabaja más con el fin de engañar si fuere posible aun a los escogidos (Mateo 24: 24). Dice Judas: Vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos (Judas 17, 18). Judas se estaba refiriendo a Pablo, cuando dijo: 1Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios (1 Timoteo 4: 1)Añade Pablo: También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita (2 Timoteo 3: 1-5).

Vemos aquí que se trata de presuntos cristianos, pero que por su fruto llegan a mostrar que no lo son de verdad, o al menos, que están sumamente engañados. Por todo ello, nos será imprescindible discernir.

El diablo sabe que le queda poco tiempo. Ahora más que nunca es cuando la Iglesia de Jesucristo debe sacudirse todo polvo de ingenuidad de encima, y ser más sabia y prudente que nunca. Acordémonos de las palabras de Jesús: 16He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas (Mateo 10: 16)

Los colaboradores de Dios, y los colaboradores del diablo

Así como Dios tiene Sus colaboradores, tal y como leemos a continuación de parte del apóstol Pablo: 9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios (1 Corintios 3: 9), el diablo emplea a sus colaboradores humanos también para intentar engañar y seducir al verdadero pueblo de Dios. Leemos en 2 Corintios 11: 13-15) … falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. Estos, a través del engaño, pueden llegar a infiltrarse entre el pueblo de Dios para frenar la obra de Dios.

Lamentablemente, muchos, a causa de su falta de rectitud de corazón, son usados por el diablo sin darse cuenta realmente de que eso es así.

1. La unidad del Espíritu

El espíritu que debe prevalecer entre los cristianos es el de la verdadera UNIDAD, es lo que la Biblia llama: La unidad del Espíritu. Dice así la Palabra: Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación… (Efesios 4: 1-4).

Existe un mandamiento de parte de Dios para nosotros, que es el de GUARDAR LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, ya que somos un solo cuerpo, y esa es nuestra vocación, es decir, nuestro llamamiento.

¿Cuál sería entonces el espíritu contrario al de la UNIDAD? Evidentemente, el de la DIVISIÓN.

2. El espíritu de división

La manera más sencilla de frenar la obra de Dios, es trayendo DIVISIÓN al Cuerpo de Cristo. Esta DIVISIÓN, que es la obra del diablo, la transmiten, ¿quiénes?

No la gente declaradamente del mundo.

No la persecución desde afuera.

¿Quién entonces?: Aquellos que aparentan lo que es, pero no lo son. Aquellos que se dicen cristianos, pero no viven lo que dicen ser; ¡no todo es oro lo que reluce! La epístola de Judas nos hace unos sabios comentarios al respecto: 3Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo (Judas 3, 4).

Estas personas que menciona Judas, a propósito entran en el seno de la Iglesia para hacer el daño que Satanás les envía a hacer. No obstante, existen otros que no lo hacen a sabiendas, y sin embargo, son instrumentos del enemigo también para intentar destruir aquello que nos es vital en nuestra fe: La unidad en el Espíritu.

A. Los divisionarios

El apóstol Pablo hace una clara advertencia a todos aquellos que son divisionarios. Leemos en 1 Corintios 3: 16, 17 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. ¿Por qué hablaba así Pablo?, porque en la iglesia de los corintios existía ese espíritu de división. Algunos de esos divisionarios lo eran debido a su extrema inmadurez; otros, porque buscaban lo suyo propio. Veámoslo:

1 Los inmaduros:

1De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? (1 Corintios 3: 1-4)

Los cristianos inmaduros, manifiestan su inmadurez a través de:

Los celos (envidias)

Las contiendas (peleas, discusiones, desavenencias)

Las disensiones (oposición entre varios sujetos, riñas)

Dice Santiago: 13¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 14Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa (Santiago 3: 13-16)

No son malos a propósito; son inmaduros, todavía llevados por los patrones de su antigua vida en algún modo. Necesitan dejar atrás su antigua manera de pensar (Romanos 12: 1, 2) y liberarse de todos esos espíritus inmundos que les han acompañado a lo largo de toda su vida (Marcos 16: 17).

2 Los que buscan lo suyo:

¡Qué terrible error es aquel en el que están esos que, en las cosas de Dios, buscan lo suyo propio! ¡Qué terrible contradicción!... ¿Cómo se puede buscar lo que es de Dios, buscando lo de uno?…y no obstante, así es. Dice Pablo dirigiéndose a esos que así procedían en la iglesia de Corinto: algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros. 19Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. 20Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 21¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre? (1 Corintios 4: 18-21)

B. La clave para ser un divisionario

El divisionario que busca lo suyo propio, tiene algo que le puede incluso diferenciar del divisionario que lo es por simple inmadurez: Un corazón no recto. Esa es la clave para ser un perfecto divisionario. Pablo dice al respecto: mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados (2 Timoteo 3: 13). Nótese en el contexto, de que Pablo está hablando, no de los incrédulos, sino de los creyentes. EL QUE ENGAÑA, ES ENGAÑADO

¿Por qué engaña si se dice cristiano?, porque tiene un corazón no recto; ¿por qué?, porque busca lo suyo propio, no lo que es del Señor. Estas son personas que no han rendido de verdad sus vidas al Señor Jesucristo. Estas personas viven en el espíritu de Saúl, el primer rey de Israel, el cual buscó lo suyo a lo largo de su vida como rey, y nunca lo de Dios de veras. Al tener un corazón lleno de engaño, son a su vez engañados, e incluso llegan a creer sus propios engaños. Estas personas serán siempre usadas por el diablo para traer DIVISIÓN a la Iglesia, llevadas por el espíritu de división. Ese espíritu, es en realidad la obra conjuntada de un sinfín de demonios especializados, y con una meta a conseguir: La división en el cuerpo de Cristo.

En una próxima sesión veremos más de cerca, analizando algunos personajes de la Biblia, más acerca el espíritu de división y de los divisionarios.

Resumen:

Nos es imprescindible discernir, dados los tiempos que corren.

Así como Dios tiene sus colaboradores, el diablo tiene los suyos, y muchos de ellos, ni siquiera se aperciben de ello.

Así como los verdaderos cristianos deben ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu, los falsos cristianos hacen lo contrario, trayendo división a la iglesia.
El espíritu de división no viene de afuera de la iglesia, sino de adentro.

Existen dos tipos de divisionarios, los inmaduros, y los que buscan lo suyo propio.
El divisionario que lo es, porque busca lo suyo propio en las cosas de Dios, tiene un problema de corazón: Éste no es recto y guarda engaño dentro de él.

Estas personas serán siempre usadas por el diablo para traer DIVISIÓN a la Iglesia.

Preguntas:


¿Cuánto amas tú a Dios, para ya no plantearte más el buscar lo tuyo propio, sino lo que es exclusivamente de Él?

¿Qué deberemos hacer para crecer en madurez, y así dejar todo planteamiento carnal?.

¿Estoy luchando contra el espíritu de división?

¿Estoy haciendo todo mi esfuerzo para mantener la unidad en mi Iglesia?

Los Dones y La Unidad

"¿Has encontrado tu lugar en la Iglesia, Cuerpo de Cristo?

Si perteneces al pueblo de Dios, hay por lo menos dos cosas al respecto de las cuales puedes estar seguro. En primer lugar, que Dios tiene para tí un lugar que ninguna otra persona puede ocupar. En segundo lugar, que para que te desempeñes bien en tu lugar, Dios te ha provisto de dones o capacidades especiales que él quiere que uses en función de la unidad de la Iglesia. Mi base para estas afirmaciones está en Efesios 4:7-16.


En los versículos inmediatamente anteriores Pablo se refiere a la base de la unidad de Iglesia, que es Dios mismo, y exhorta a los creyentes a esforzarse por mantener “la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz” (v. 3). Al llegar al v. 7 se ocupa de los dones del Espíritu en su relación con esa unidad, que es una realidad dada a la vez que una meta por alcanzar. ¿Qué se dice aquí acerca de los dones del Espíritu?

1. Jesucristo reparte sus dones a todos los miembros de su Cuerpo (v. 7).

En primer lugar Pablo afirma que Cristo ha dado dones “a cada uno de nosotros” y que lo ha hecho por su gracia. La unidad de la Iglesia no es uniformidad, sino unidad en la diversidad. Como dice el mismo Pablo en 1Corintios 12:5-7, “hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace las cosas en todos. A todos se les da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás”. Si esto es así, ¿cuál es tu don? ¿Eres consciente de lo que Dios te ha dado para su servicio?

2. El que reparte dones es el Cristo resucitado y exaltado (vv. 8-10).

Los dones proceden de él en su condición de Señor glorificado. Para confirmarlo el apóstol cita el Salmo 68:18, donde se hace referencia a un rey victorioso que asciende al monte de Sión seguido por una multitud de cautivos, y reparte el botín de guerra generosamente. Pero el que asciende aquí en nuestro pasaje es el Cristo resucitado, quien llena todo el universo con su presencia. Y lo que reparte desde su posición de rey victorioso no es un botín de guerra, sino dones que capacitan a la Iglesia para el cumplimiento de su misión; los dones que hacen posible que en la Iglesia comience a vislumbrarse el propósito de Dios de “reunir en él [es decir, en Cristo] todas las cosas, tanto en las del cielo como las de la tierra” (Ef 1:10).

3. Los propósitos de los dones (vv. 11-13).

El Señor glorificado otorga a su Iglesia dones que tienen como propósito último la unidad y la madurez del Cuerpo de Cristo.

a. Cuatro tipos de dones (v. 11).

Pablo destaca cuatro dones: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Tanto en Romanos 12 como en 1Corintios, los dones son capacidades especiales: sabiduría, palabra de conocimiento, fe, profecía, dones de milagros, etc. Aquí los dones son personas. Lo curioso es que no se mencionen como dones a los encargados de dirigir la iglesia local a quienes se menciona comúnmente en el Nuevo Testamento: los obispos, ancianos o pastores, y los diáconos. Tal vez la razón sea que Pablo está pensando primordialmente en personas que sirven a la Iglesia en general (los apóstoles, los profetas y los evangelistas) y sólo en un sentido secundario en quienes ejercen su ministerio en la iglesia local (los pastores-maestros).

b. El propósito inmediato (v. 12).

El propósito de estos dones es equipar a la totalidad de los miembros de la Iglesia para que cumplan su “ministerio” o servicio en relación con el Cuerpo de Cristo. El ministerio no pertenece exclusivamente a los líderes de la Iglesia, a quienes se los califica de “ministros”: el ministerio es privilegio y responsabilidad de todos los miembros. La tarea principal de los líderes es capacitar a los miembros para que descubran y desarrollen los dones que han recibido del Señor para su servicio.

c. El propósito último (v.13).

Hay una doble meta: (i) La unidad. Aunque la unidad es algo dado (cf. v. 3), también es la meta que tenemos que alcanzar. Los dones apuntan a esa unidad, que es “unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios”. (ii) La plena madurez en Cristo; una nueva humanidad, “una humanidad perfecta que se con forma a la plena estatura de Cristo”. Es decir, una humanidad que ha llegado a la plena madurez, como Cristo.

4. Las consecuencias del ejercicio de los dones (vv. 14-16).

La adopción de esa meta de crecimiento pleno en Cristo tiene un doble resultado:

a. “No seremos como niños” (v. 14).

Aquí se establece un contraste entre “una humanidad perfecta” (v. 13) y “niños” inestables, “zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas”.

b. “Creceremos” (vv. 15-16).

Del crecimiento al que aquí se hace referencia se puede afirmar lo siguiente:

(i) Es condicionado por la práctica de la verdad en amor.(v. 15a)

(ii) Es crecimiento que tiene como meta a Cristo.(v. 15b).

(iii) Es crecimiento comunitario, de todo el cuerpo (v. 16).

(iv) Es crecimiento en amor (v. 16ª).

(v) Es crecimiento que requiere “la actividad propia de cada miembro” (v. 16b).
"

lunes, 11 de enero de 2010

Autoridad

Autoridad. (Del lat. auctorĭtas, -ātis).El diciionario lo define:
1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
2. Potestad, facultad, legitimidad.
3. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
4. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad.

Hay muchas opiniones distintas y fuertes pero para empezar vamos a descubrir las siete clases de autoridad que toca a todos:

1. La Autoridad Soberana De Dios

A la cual no hay más remedio que someternos en todo momento. Isaías 9.7; Efes. 1.22; Filip. 2,9-11

Se sentará en el trono de David;
extenderá su poder real a todas partes
y la paz no se acabará;
su reinado quedará bien establecido,
su reinado quedará bien eslecido,tab y sus bases serán la justicia y el derecho
su reinado quedará bien eslecido, y sus bases serán la justicia y el derechota desde ahora y para siempre.
su reinado quedará bien eslecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre.
Esto lo hará el ardiente amor
su reinado quedará bien eslecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amortabdel Señor todopoderoso.
su reinado quedará bien eslecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amordel Señor todopoderoso.(Versión Dios Habla Hoy.Isaías 9:7)

Dios puso todas las cosas bajo el poder de Cristo; lo nombró jefe de la iglesia. Cristo es para la iglesia, lo que la cabeza es para el cuerpo. Con Cristo, que todo lo llena, la iglesia queda completa. (Efesios 1:22, Biblia de Lenguaje Sencillo)

«La contradicción de Coré» se menciona en Judas 11 como una de las características de los falsos maestros de los últimos días; y sin duda hoy vemos una rebelión unida contra la autoridad de Moisés y el sacerdocio de Aarón (el camino de Dios de salvación por sangre).

2. La Autoridad De La Palabra De Dios

Es decir la verdad inmutable que es la Biblia, que lleva la misma autoridad que Dios mismo, Juan 17.17; 1.1; 14.6; 2 Tim.3.16. No se cambiará; es fija como la palabra de Dios para siempre. Puede ser que sea la verdad una profecía pero no tiene nunca la misma autoridad que tiene la palabra escrita de Dios.

3. La Autoridad De La Conciencia

La conciencia es el don de Dios, así hazle caso. Romanos 2.12-16, y capítulo 14.

4. La Autoridad Delegada Por Dios

El pueblo debe respetar a sus gobernantes y abstenerse de maldecirlos, asimismo se deben de abstener de maldecir a Dios. De acuerdo a Romanos 13 las autoridades que hay son ordenadas por Dios. Si maldecimos a un líder, estamos en peligro de maldecir al Dios que estableció la autoridad del gobierno humano.
Solo en el tercer lugar hallamos que la autoridad de Dios se oye en una voz humana. p/ej. Efes. 4.11, Heb. 13,17, 7.

5. La Autoridad De Un Acuerdo Legal

Nuestro ‘Sí’ debe ser un ‘Sí,’ de verdad, y un ‘No’ debe ser ‘No.’ Gén. 29.18-30.

6. La Autoridad De Costumbre Y Cultura

Quizás no hagan las cosas igual que las hacen en tu iglesia, pero tomas un gran riesgo si tratas de hacerlas a tu manera. Génesis 29.26, 1 Cor. 11.16.

7. La Autoridad Del Experto

Por ejemplo en un accidente del tráfico un doctor ayudaría a los heridos; un mecánico quitaría los coches; un policía dirigiría el tráfico, pero nadie consultaría con un apóstol grande que tiene autoridad en la iglesia porque no sabe que hacer prácticamente. Efesios 5.21.

B. La Idea de Autoridad viene de Dios

La autoridad delegada de Dios viene del cielo y llega hasta los bebés. Dondequiera que la autoridad de Dios aparezca, el reino de Satanás se retira y se repone con el dominio amoroso y firme de Dios.

 El Origen es Dios Mismo
Gen.1.1; Sal. 90.2; Sant.4.7; Heb.12.9.

 A Jesús Se Le Ha Dado Toda Autoridad
Mat. 28.18; Sal.2.2; Heb. 5.9; Jn. 13.13

 Jesús La Delega A Sus Lideres
Para guardar; guiar; gobernar y alimentar a la grey, no a su propia grey. Efesios 4.11; Hebreos 13.17.

C. También Debemos Someternos A

Gobiernos, Rom. 13.1-7; Tito 3.1.
Maridos, Col. 3.18, Efes. 5.24.
Padres, Efes .6, 1-4, Col. 3.20.
Patrones, Colosenses 3.22.
Lideres Cristianos, 1 Cor. 16.16.
Ancianos, 1 Ped.5.5.
Y el uno al otro, Efesios 5.21.

A la medida que salgamos de esta línea sagrada entraremos en una impotencia creciente y aislamiento. Ten cuidado.

D. Como Reconocer A Un Líder Falso.

Vemos en 2 Timoteo 3:1-6

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.

1Ti 4:1-2. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia...


E. Autoridad Significa Responsabilidad.

Si Dios tiene confianza en ti y te da autoridad entonces tienes que obedecerle en todo y llevar responsabilidad. Sin embargo un predicador visitante que no lleva ninguna responsabilidad en la iglesia que visita tampoco tiene una autoridad automática en esa iglesia. Igual un marido abusivo que no lleva responsabilidad por su esposa tampoco tiene ninguna autoridad sobre ella. Tampoco vamos a "tomar autoridad sobre la ciudad para Cristo" hasta que primero practiquemos nuestra responsabilidad de amar a esa ciudad.

F. ¿Qué Significa Someterse?

La Biblia usa palabras diferentes como ‘hupotasso’ que es un término militar para ponerse en línea, o ‘hupeiko’ que significa retirarse, rendirse, someterse; y ‘hupakouo,’ que significa escuchar, asistir y obedecer. Una palabra especial es ‘peitho,’ que significa estar persuadido o ganado. La encontrarás en Hebreos 13,7 y Santiago 3,3.

G. Ejemplos De La Sumision En La Biblia.

 Cristo se somete alegremente a Dios. Juan 6.38, 4.34, 5.30, 12.49
 Con humildad el Centurión se sometió a Jesús. Mateo 8,8.
 David se sometió a Saúl aún cuando Saúl cayó en locura. 1 Sam. 24,6.
 Los líderes de la Iglesia se sometieron los unos a los otros. Hech. 15.2-6,22.
 Pablo, el apóstol, se sometió a sus ancianos. Hechos 11,1-4, 18.22.

G. ¿Porqué Es Difícil Honrar Autoridad?

Esta presente en cada ser humano la independencia desde la caída.
a) Cada ser caído anhela tener poder y dominio sobre otros, por reprimido que esté en él, todavía está presente.
b) Nos han hecho daño los padres y madres dominantes o abusivos.
c) Nos han dado un ejemplo malo los padres débiles que dejaron que las madres se volvieran dominantes.
d) La ausencia de un padre genuino por razón de la muerte o un divorcio, o tener varios padres hace mucho daño.
e) Los abusos o excesos de autoridad en el colegio, o en el ejército nos hace huir de cualquiera figura de autoridad.
La respuesta al abuso no es tener una actitud de rechazar toda autoridad. Una manera mejor es buscar a un hombre o mujer de Dios legítimo que lleva una autoridad genuina a quien puedes confiar, honrar y respetar. Alguien que te amará y te ayudará reconstruir los muros rotos para respetar y merecer tu confianza.

Próximo Tema: LA LEY DE LOS MILAGROS